De la misma manera, uno puede imaginar una infinidad de usos para las NFT en los videojuegos con el fin de hacer que ciertos elementos sean únicos. Uno de los juegos que más se presta a ello es sin duda Pokémon donde cada monstruo de bolsillo ya tiene sus particularidades más o menos únicas.

Integrar el principio de las NFT en la licencia de Nintendo podría revolucionar el principio del juego al hacer que cada criatura sea realmente única. También podría crear un mercado completamente nuevo, permitiendo que tanto los editores como los jugadores ganen mucho.

Al igual que las tarjetas coleccionables raras que cobran mucho valor, algunos artículos digitales podrían convertirse en verdaderas burbujas especulativas, ya sea por su rareza intrínseca o por su historia registrada en la cadena de bloques. 

Un simple rifle de asalto en Fortnite no tiene ningún valor real. Ahora imagine poder comprar y probar la autenticidad del rifle utilizado por un jugador profesional en una competencia de fama mundial. Además del valor monetario de tal objeto, también podemos hablar del valor sentimental de un elemento digital cuya trazabilidad e historial estarían codificados en el blockchain.

Vayamos aún más lejos. Algunas empresas ya están desarrollando herramientas para agregar una capa NFT a los juegos existentes, lo que permite crear mercados reales interconectados entre varios juegos. Luego poder revender los objetos de un juego para comprar otros de otro título. Los editores más importantes ya están interesados en las NFT. Por ejemplo, Ubisoft ha creado Rabbids Token, Rabbids únicos como CryptoKitties, cuyas ganancias se donan a Unicef. Después del modelo free-to-play y los juegos como servicio (GaaS), las NFT podrían ser la próxima revolución en el mundo de los videojuegos, para bien o para mal